15-03-12 Partida

Esbozada esa sonrisa, se quedó saboreando el aire del océano hasta que el mar entró por la ventana. 
Después su cuerpo era parte del agua.
Las olas salieron empujándose y riendo al bajar la marea. Ella ya no estaba.

17-01-12 El niño explorador

El último beso será para cualquiera de los niños malos.
Quien menos pague por él, heredará tu amor.

El boy-scout.
El que se sabe de memoria las reglas.
El que nunca dijo el nombre de tus locuras extremas.
El que no lo va a decir nunca.
El que pone la capa extendida sobre el charco cuando vas a pasar.
El que rompe la carta que te inculpa.
El que se declara responsable del vidrio que vos rompiste.
El que perdona una y mil veces.
El que puede recordar cada una de tus obsesiones.
El que se amolda a la forma de tu cuerpo para no despertarte.
El niño explorador.
El que renuncia a la última galletita del paquete para dártela.
El que te presta la campera cuando llueve a cántaros y temblás de frío.
El que consigue sacar de la nada ropa seca.
El que mira para otro lado si no le das permiso para verte mientras te cambiás.
El boy scout.
El niño explorador.
El perfecto reflejo de lo que pedirías.
El perfecto reflejo de lo que reclamás.
Ese...
Ese se queda solo...


16-01-12 Alegría

Besos del sol, las caricias amarillas de una brisa frutal que viene de algún sitio del monte. Luz que se descuelga entre las hojas en trayectoria diagonal, tobogán de niebla. Pasto mojado que acompaña los pasos descalzos. Hojas secas, blando colchón en el que los pies se hunden con placer. El canto de los pájaros, que es como suena la libertad. Una catarata de esa libertad se cae sobre nuestras cabezas. Murmurás algo que no entiendo, pero no pregunto. Contesto algo que no creo que escuches, pero me sonreís, con tus brazos cerrándose alrededor de mi cuello. Te miro a los ojos, tan de cerca que sólo veo uno, que son los dos al mismo tiempo (como en el juego del cíclope que describía Julio), y no sé si la luz está afuera o sale de esa mirada única. Más allá de las copas de los árboles, más allá de la inmensidad que se vuelve azul de tan llena de aire, Dios baila de alegría, los ángeles se desternillan de risa, y el mundo siente la onda expansiva de tanta felicidad.

PAPEL

Des-conexión, re-conexión. Vuelta a la realidad. Tus ojos, la prisa de los trenes que se van, los rayos del sol. La acribillante potencia del sonido de esa hoja de papel que cae al piso. Dos segundos después, somos el piso y la noche está dejándose encontrar. Allá afuera se inventan curas milagrosas para enfermedades desconocidas; se lanzan monos al espacio; se dan por abolidos los criterios preexistentes; caen imperios; nace pasto en las cargas de los techos; se dilapida hoy a los que creen, como ayer a los que no... (La hoja de papel da una vuelta graciosa en el espacio quieto, como si quisiera remontarse, volver por su camino de caracol del aire a la mano que la dejó caer) Afuera, lluvia, furia, gritos, sed de sangre; Risas de cristal partido; líneas transparentes; vasos comunicantes; incineradores de cerebros; vaciaderos de basura; danzas frenéticas de androides hipnotizados; distorsiones de la realidad; quiebres de la relación espacio-tiempo; hormigueros rotos; ciudades arrasadas por el fuego... Ahora la hoja de papel se entrega, renuncia a su lucha, se deja ir hacia la chatura del piso. Desde mi lugar, que puede ser a unos pocos pasos, o a muchos años de distancia, no alcanzo a ver qué palabras están escritas en el papel. Tampoco quiero saberlo. Afuera empieza a llover.

Regresos

Todos llevamos adentro un parásito asesino hecho de las ganas de volver. Si lo alimentás, te consume. Las ganas de regresar a lugares y aromas, a paisajes y situaciones, no son más que eso: Ganas; puras ganas; bocas que se comen el presente y escupen los huesos con una horrible displicencia, con algo de asco.
Los regresos, casi todos, desembocan en decepción: La plaza es otra plaza, el río es otro río, nuestra primera novia ya no es lo que era, y aunque lo fuera, nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos, como decía Pablo. 
Es cierto que de vez en cuando es una deliciosa tentación emborracharte con la vista desde el precipicio, pero ese vértigo, esa permanente amenaza de caída libre no puede durar mucho.
Aun así siempre siempre están los que se dejan ir hacia el hueco oscuro de las ganas de ser otra vez el niño que remonta el barrilete en una tarde de tormenta, y luego son parte del viento que los lleva, pasto de nubes oscuras que los absorben para siempre... Despiertan a horas que nunca existieron, conocen gente que no recordaban haber visto jamás, se miran las manos y las descubren tan extrañas que les parecen las manos de otro.

Inventario incompleto de las cosas que me gustan

Caminar descalzo en el barro; las puestas de sol cuando todo el cielo se tiñe de rojo; Las pizzas; Las mañanas de calor y el placer de pisar el pasto mojado de rocío; Las lluvias torrenciales escurriéndose por los techos; Un abrazo que parece a punto de partirte las costillas; La sonrisa del chiquito que te mira desde la ventanilla de un tren que se va; Aspirar profundo el aire del campo; El sabor del café con leche; El ombú de las ánimas; Leer a Wilbur Smith sentado bajo la plantas; El sabor de las moras que se comen entre las ramas de la planta; Los pinos de la Plaza Rosario Suárez; El olor a tierra mojada que viene de lejos; El suspiro hondo que se escapa de golpe de tu boca en ese momento; Los viajes; Las chicas; Marcos chiquitito, diciendo "Batioteca", en lugar de Biblioteca; Andar a caballo a campo abierto; Reírme de mis propios chistes; Las luciérnagas. El dulce de leche; Las siestas en verano; El calor; Los arroyos; Vos...

Primavera inminente...

Amenazas de primavera en el aire de Septiembre... Una advertencia de que algo mejor está a las puertas. Cuando llegue, no habrá silencio ni soledad que puedan detenerlo. La felicidad -que yo identifico inevitablemente con el calor, porque siempre hacía calor en esos momentos; La felicidad, decía, no puede andar muy lejos... Tiene que estar en cualquier sitio, dejándose encontrar, con esa sencillez de niña que tiene la felicidad; Con esa inocencia de ojos inmensamente abiertos de asombro; Con esa propiedad de lágrima que al brotar define lo indefinible. Nadie puede resistirse a una lágrima, y menos si es de felicidad. A ver si se entiende de una vez, y lo digo para todos: Yo voy directo a la felicidad. Sin escalas a la risa, al momento de plenitud en el que todo cobra sentido. Yo no quiero la lágrima. Yo no amo el ceño ni la frialdad de la mirada. Yo no me resigno, ¿Ok?. No voy a dejar de patear la puerta. Ese bello romanticismo del sufrimiento se lo dejo a los que nunca han sufrido de veras; que los que no conocen de problemas reales sigan encargándose de los problemas imaginarios. Mientras ellos definen sus propias cosmogonías, yo me limito a creer. A Creer que algo viene y es mejor. Inventemos, pues, una sonrisa con los ingredientes que tenemos. Seremos felices, aunque serlo nos cueste la felicidad misma. Ahora que el aire es tibio y hay, como se ha dicho, amenazas de primavera cerniéndose como fantasmas buenos en el aire de agosto, todo lo antedicho parece más posible. Reinventemos la sonrisa, que de eso se trata. Tal vez vos puedas ayudarme..

01-07-11 Tu risa

Una sonrisa -la tuya- recorre la noche y enciende las luces que mi mente exige. 
Tu sonrisa fabrica el día cuando la oscuridad no cede. 
Tu sonrisa reescribe la historia con un final a la medida de los débiles, y una única imagen posible: Las dos hogueras paralelas de tus ojos... 
La sonrisa que brota de tus labios no brota, escapa corriendo, salta como un desesperado equilibrista en llamas, se arroja sobre el público, se desternilla de risa al tiempo que se consume. Revoluciones pululantes y sangrientas que respiran bajo el agua de tsunamis que rebalsan por el borde de tus labios. Y son agua que regresa en oleajes permanentes para que haya realidades y ficciones que se unan, que se abracen a mis ojos.
Porque todo esto -hay que decirlo- no se trata de vos, que tal vez ni siquiera te des cuenta de todo lo que puede hacer tu risa.
No.
Esto se trata de mí; tiene que ver con el último bastión de resistencia en mis adentros. La última batalla -batalla perdida de antemano, claro- de mis últimos soldados moribundos. 
 Después, la derrota será la victoria, y saldré a festejar a las calles con tu sonrisa como bandera.

24-05-11 Cada Estrella


Arritmia, evanescente encarnación
Del yo que sueña y el que plagia lo soñado
Como vos, que sos el eco de un suspiro
Redención de una sonrisa o una flor
Vaguedad del silabario y de la letra
Restauración y destrucción
Vista y oído, ojos cerrados
Ahora mismo hay una estrella que se apaga
En milenios la verá alguien sin verla
No sabrá qué coincidencias hay detrás
De esa muerte repetida en el espacio
Solo vos, estrella, y yo observador imprescindible.

Repertorio descarrilacorazones
Pedacitos de una historia no contada
Que hurga en todo este tormento que nos busca
Y siempre encuentra un buen lugar para encontrarnos
Para darnos por la nuca y desgarrarnos
Como copos de algodón
Como la niebla

Nos arrastran similares tempestades
Nos apagan similares somnolencias
Nos indigna la mentira en las verdades
Nos deshacen las victorias que no llegan
Porque nos mata el compromiso de las huellas
Y nos anhela cada estrella que se apaga.

RECOMIENDO LEER A JOSÉ CAPUCCI

Si no son de suipacha, si están lejos del pueblo, o si quieren mucho a esta ciudad, tienen que ver la página de José Capucci, que recopila la historia y tradición oral de nuestro pueblo. Es una página más que recomendable:

http://www.historiasdesuipacha.com.ar/


09-05-11 Descubrimiento del dolor

-Me gusta – decía ella.
Miraba el árbol mientras Él resbalaba con los labios por su cuello. Traspiraban y regaban el jardín con sus sudores de barro recién amasado. La tierra todavía tenía el hueco del que habían salido.
El pecho de El aun no cicatrizaba del todo.
Y ya veían que el amor es un monstruito enfermo y pegajoso.
A Ella le gustaba eso que el árbol segregaba de sus ramas. Gotas gigantes y coloridas que de pronto se tornaban sólidas y quedaban allí pegadas entre las hojas. Relucían. En sus superficies se reflejaban los rostros de ambos, deformados, arrastrados a la redondez; no como en el agua, ese espejo fiel; no como en los ojos del otro que -ellos ya lo sabían- es el lugar donde uno se refleja sin verse y si pudiera, vería a otra persona.
Él bajaba hasta el ombligo de Eva. La panzita recién creada era dulce. Cuando la lengua de Adán la recorría, el gusto era el del pan apenas horneado, pero también el de la lluvia cuando corre por tu cara. Cuando Adán besaba a Eva, entre las hojas del árbol había una agitación que acompañaba la respiración de ella.
Ella decía “Me gusta” y extendía una mano. Quizá hablaba de lo labios de Él besándola, reconociéndola; Pero también puede que esos labios no significaran nada para ella, un susurro más que pasaba por la superficie de su piel. No más intenso que el viento, no más excitante que la luz del sol.
Él creía que esa voz le hablaba, pero ella ya no estaba ahí. Ella ya había estado y se había ido. Ella ya había llegado antes, lo había amado, había cumplido la rutina de caída, exilio, vida errante, preñez, parición, crianza, vejez y muerte. Todo mientras Él trataba de entender qué sentía cuando ella lo miraba a los ojos y sus pupilas pedían algo que nadie podía darle.
Cuando Adán levantó la vista, ella ya mordía la fruta.
Las múltiples patas de la serpiente no dejaban de cortar frutos del árbol y meterlos en una cesta. “Para el viaje”, murmuraba. A Él le pareció una voz amable, casi amorosa. Su sonrisa era una mueca triste que dolía ver.
Ella ya sabía quién era quién.
No parecía importarle.
- Me gusta – repitió Adán. Y probó luego el fruto. Ella le había dicho cómo debía hacerlo: cerrando los ojos; aspirando profundamente. Y Adán vio de un solo golpe todos los golpes. Sufrió de un solo tirón todos los siglos. El tajo que acababa de abrirse en la eternidad empezaba a sangrar. Por las comisuras de sus labios chorrearon las pestes, las guerras, las mentiras, las traiciones, emperadores y sádicos, rameras y esclavizadores, brujos y militares, perversos y torturadores, Adanes y Evas multiplicados y esparcidos por las estrellas, todos buscando un modo de volver a casa. Todos tratando de escupir un trozo de muerte atravesado en sus gargantas.
Para ese entonces la serpiente estaba rascándose frenéticamente una sarna insoportable que la obligaba a retorcerse de dolor y placer simultáneos. Con cada estertor, cada fricción contra las ramas del árbol, una de sus extremidades se desprendía.
Cuando bajó a tierra, se arrastraba miserablemente.
Adán pensó en aplastarla con un palo, pero Eva ya estaba pisándole furiosa la cabeza.
Cada pisotón resonaba en el jardín con la potencia de lo irreversible.
Luego ella se vistió de hojas, como si quisiera parecerse a una planta, y empezó a fingir que no lo veía.
Él la imitó, tratando de recuperar su atención.
Pero ella ya se alejaba, caminando rápido, y sin mirar atrás.


05-05-11 Volverán




Volverán, alados, libres
Los que hoy lloran ausencia
Y volveré, presente en tu rubor
Por vos
Y llorarás, lenguaje de dolor
Significantes que gotean por tu cara
Piel que el beso hizo erizar
Con el alivio, con el quiebre de los yugos
Libertad

Golpearé puertas de hierro
Una por una, hasta encontrar
La puerta que detrás tenga tu voz
Ahí estarás, sonrisa, ojos oscuros
Desatino del momento de reír
De carcajadas, del abrazo de tu cuerpo

Una fuerza que respira a flor de piel
Que va a explotar
Y va a volar, llevando tras de sí
Nuestros destinos

Porque entonces cada beso será el mundo
Cada caricia será vida que renace
Cada cuerpo será al fin todos los cuerpos
Y volverán, alados, a tu voz,
Los versos del poema

Adiós, María Elena


Te fuiste, María Elena, y te lloran todos.

Llora Manuelita, mucho más que al volver vieja de nuevo de París. Llora el brujo de ese lugar impronunciable. Lloran Chaucha y Palito. Llora Pocopán, más pobre y sólo que nunca. Y lloran cada uno de ellos: Tus personajes que, como la creación de todos los grandes de las letras, trascienden lo que las letras dicen.

Porque quién se va a creer esa fantasía de que la historia termina cuando al pie de la página aparece la palabra FIN. Mentira. Los personajes siguen su vida, que quizá no es tan interesante o aventurera como para que se la esté contando, pero no cabe duda de que las historias continúan, y ellos, los seres que surgieron de tu imaginación, deben andar todavía por ahí, en algún lugar de ese reino no muy lejano en el que todo está al revés.

Lloramos nosotros, los que te leíamos de chicos, pero te entendimos (o creímos entender) ya de grandes.

Es que todavía te necesitamos.



Quién les va a explicar a los chicos del futuro todo eso que ni siquiera nosotros podemos asimilar...

Quién va emprender la imposible tarea de recordar en el país del Nomeacuerdo...

Quién va a decidir si usar el cuchillo o el tenedor a la hora de dar caza a la naranja que el intrépido mono liso atrapó viva a la orilla de una zanja...

Quién va a guiar el avión cuatrimotor del galeno que, inyección mediante, pondrá fin a las diabluras de los hoy multiplicados brujitos de Gulubú...

Quién nos va a llevar hasta la quebrada de Humahuaca para ver con nuestros propios ojos a esa vaca que, en un rincón de la escuelita, repasa su lección...

Quién sacará de su abatatamiento a la reina batata cuando la mire el cocinero...

Quién nos dirá dónde está la tetera de porcelana que no se ve, y quién abrigará la leche cuando tenga frío...



Seguramente no te hubiera gustado escucharlo, pero todos deseamos que te hayan hecho un lugarcito en el cielo.

Vos no creías mucho en eso, pero nos hiciste tanto bien...

JESÚS




Podés creer o no en Él.
Podés o no creer que existió. Pero no se puede ocultar la emoción que nos produce la sola idea de alguien que se haya jugado la vida por los demás. Por todos.
Negar esto último nos empequeñecería.
La vergüenza de una humanidad que se aniquila y se ignora a sí misma queda por algunas horas atenuada por la imagen del bebé que nace entre el pasto seco, entre el olor de los animales y la precariedad. El horror de los miles que no conocen de navidades ni regalos ni shopping, ni bombachas rosas, nos obliga reparar en alguien que sí pensó en ellos.
El asco que producen los que remataron sus propias ideologías y en el camino nos pusieron en venta a todos nosotros, contrasta más todavía con la imagen de quien no se traicionó jamás.
Tenemos algo así como "La responsabilidad" de ser felices este 24 de Diciembre, aunque no sea la fecha exacta en la que Jesús nació. Si no lo hacemos estaremos deshonrando el gesto más importante que alguien tuvo hacia nosotros. Inmerecido. Imposible de pagar. Incomprensible. Tan potente que sigue moviendo la historia.
No permitamos que se bastardee su imagen, que no se lo banalice para adecuarlo al consumo masivo. No dejemos tampoco que lo llenen de pólvora para hacerlo estallar en Medio Oriente. Que no lo cuelguen en la punta de un misil teledirigido. No dejemos que termine estampado en los billetes ni sumergido en la avaricia de los que no conocen cuál es el olor de la pobreza ni quieren conocerlo. Que no se nos pierda en la multitud de los que creen saber todo sobre aquél que ni siquiera quiso ser llamado bueno, porque lo consideraba un honor demasiado grande. Que no se lo coma la publicidad, la banalidad, y la estupidez. Que no nos lo comamos nosotros entre una porción de pan dulce y otra. Que no lo maten los Herodes de ahora que, igual que el viejo Romano, saben que sin Él sería mucho más fácil dominar el mundo. Porque no hay nada más débil que un pueblo sin fe y no hay nadie más manejable, más vulnerable al engaño, que un hombre sin corazón.
Pero eso sí: Que tampoco se lo lleven demasiado arriba, donde nadie pueda tocarlo. Que lo dejen así como lo conocimos: capaz de llorar, capaz de tener sed, capaz de cansarse, capaz de explotar de rabia y sacar a latigazos a los mercaderes del templo, capaz de sangrar.
Que esté acá y nada más.
No quiero más que eso. Su presencia es en el fondo lo único que importa.
Después cada cual volverá a sus miserias personales, que para eso hay tiempo.
Esta navidad, celebremos que un niño nació una vez para convertirse en un hombre capaz de morir por los demás. Creamos que algo de El nos queda en alguna parte del alma. Soñemos que aunque sea un poco, podemos imitarlo.

Recomiendo: Leer la noche a través del espejo, de Fredric Brown

Se trata de una de esas novelas que leés en la adolescencia y te quedan dando vueltas en la cabeza para el resto de la vida. Ahora que los años en los que uno tenía pelos y se enamoraba a cada rato están muy lejos, el olor de las páginas amarillas de novelas como esta producen un efecto similar a subirnos al auto de "Back To future"
Recomiendo, pues, leer a Fredric Brown...

Podría ser en Suipacha, pero no.
El protagonista de “La noche…” es Doc Stoegger, un viejo editor de un pequeño pueblo estadounidense llamado Carmel City. En Carmel todos se conocen. “El Clarion”, el periódico que Doc edita, jamás dice algo que sus lectores no sepan de antemano. Un par de veces en las décadas que suma de existencia, un robo o una riña crearon algo de interés, pero siempre sucedieron mucho antes del viernes, por lo que al ser editadas, las noticias eran viejas. Nunca una noticia de verdad, una que los periódicos de la zona envidien.
Nuestro hombre, fanático del ajedrez y los tragos en la taberna de un tal Smiley, solo sueña con una cosa: Un viernes de estos, una sola vez antes de vender el diario y jubilarse, sacar a la calle un ejemplar con una buena primicia.
Mientras tanto, se entretiene leyendo a Lewis Carroll y sostiene que el autor de Alicia en el País de las maravillas en realidad no inventó su mundo fantástico, sino que accedió a él en una ceremonia ocultista que le abrió las puertas de una realidad paralela.
Como su nombre lo indica, el libro relata lo sucedido en una sola noche en la vida de Doc. Empieza a la hora que, tras dejar la linotipia cargada con lo que será el próximo ejemplar del Clarión de Carmel, baja a tomar un trago a la taberna de Smiley, y acaba a la mañana siguiente, justo cuando empieza a amanecer.
Doc irá a su casa, y alguien golpeará su puerta…A partir de allí, la realidad empezará a deformarse alrededor de él.
A medida que los tragos transcurren, aparecerá en la historia un extraño personaje que afirma coincidir con la teoría de Stoegger sobre Alicia y lo invitará esa misma noche a una ceremonia en la que un grupo de personajes secretos tratarán de alcanzar la realidad del otro lado del espejo. Le advierte sin embargo que de aceptar la propuesta, correrá un riesgo de muerte.
A partir de allí, durante una seguidilla de capítulos en los que la acción se vuelve cada vez más veloz y desafía toda lógica, el lector es arrastrado junto a Doc a creer en fenómenos inexplicables al tiempo que en Carmel City se cumple el deseo del Editor de “El Clarion”, pero de un modo que él jamás hubiera deseado, porque le tocará a él mismo ser protagonista de los hechos.
“El diablo anda suelto esta noche”, dice Doc en un momento; Y algo de eso hay: sólo en las primeras páginas habrá una serie de asesinatos, un robo al banco, una persecución automovilística, dos forajidos buscados por la ley escondiéndose en la ciudad, un loco escapado del manicomio cercano, un hombre atacado por una extraña criatura…
Y todo lo que Doc pidió durante tanto tiempo para retirarse con una portada llena de noticias de verdad en su haber. Noticias, no simples datos sociales y anuncios de colectas de caridad. Noticias.
Y justo a tiempo para que el viernes temprano el “Clarion de Carmel City” salga con las novedades bien fresquitas, pero… ¿Habrá alguien para publicarlo?

Decálogo para el manejo de los sueños

Uno no soñar nunca. Dos en la noche los sueños
son más creíblemente sueños, pero a la siesta
Dios nos libre de los cuerpos, los besos, las caricias
Que se sueñan a la siesta. Digamos que Dos no dormir la siesta.
Tres nunca escribir lo soñado, no plagiar al yo que sueña
Cuatro no creerse uno los sueños,
Es como creer que la mañana va a traerla con el sol
Cinco sonreír mientras se duerme,
Por ahí la noche se lo cree y nos perdona
Seis ir de vez en cuando a la casa de ella
Animarse uno a confesarle que la ama
Siete jamás olvidar que los sueños son en principio malignos
Sus fantásticos universos degradan el mundo de la vigilia
Ocho emerger de vez en cuando, preguntar si todos viven
Y convencerse de que está todo normal cuando contestan
Nueve no escribir cartas a Morfeo
pidiendo absolución de pesadillas
ni especificando sueños eróticos
Y diez, como si hiciera falta decirlo,
Dormir de vez en cuando, pero sin más sueños
Sin más fantasía, sin más confusa trama zigzagueante
Que la piel real de su cuerpo.

14-08-09 Reinventando la Felicidad



Amenazas de primavera en el aire de Agosto.
Una advertencia de que algo mejor está a las puertas.
Cuando llegue, no habrá silencio ni soledad que puedan detenerlo.
La felicidad -que yo identifico inevitablemente con el calor, porque siempre hacía calor en esos momentos; La felicidad, decía, no puede andar muy lejos...
Tiene que estar en cualquier sitio, dejándose encontrar, con esa sencillez de niña que tiene la felicidad; Con esa inocencia de ojos inmensamente abiertos de asombro; Con esa propiedad de lágrima que al brotar define lo indefinible. Nadie puede resistirse a una lágrima, y menos si es de felicidad.
A ver si se entiende de una vez, y lo digo para todos: Yo voy directo a la felicidad. Sin escalas a la risa, al momento de plenitud en el que todo cobra sentido.
Yo no quiero la lágrima.
Yo no amo el ceño ni la frialdad de la mirada.
Yo no me resigno, ¿Ok?. No voy a dejar de patear la puerta.
Ese bello romanticismo del sufrimiento se lo dejo a los que nunca han sufrido de veras; que los que no conocen de problemas reales sigan encargándose de los problemas imaginarios.
Mientras ellos definen sus propias cosmogonías, yo me limito a creer. A Creer que algo viene y es mejor.
Inventemos, pues, una sonrisa con los ingredientes que tenemos. Seremos felices, aunque serlo nos cueste la felicidad misma.
Ahora que el aire es tibio y hay, como se ha dicho, amenazas de primavera cerniéndose como fantasmas buenos en el aire de agosto, todo lo antedicho parece más posible.
Reinventemos la sonrisa, que de eso se trata.
Tal vez vos puedas ayudarme...

27-06-09 Frío

Qué Frío en Suipacha por estos días!!!. Las noches parecen interminables. Embotellaremos aire helado ahora y en el verano saldremos a venderlo; lo canjearemos por dinero a los mercaderes o por besos a las bellas señoritas. Seremos inmensamente ricos, o al menos modestamente felices...

10-03-09 Superman ha muerto



Lamento decírselo, pero es algo que se nota
El muerto hiede. Se da cuenta.
Afuera se dan besos de cristal partido
Afuera no hay quien salve al que se cae por la borda
Las chicas más bonitas están solas en la noche
Los aviones caen, nomás, nadie los salva.

Superman ha muerto.

Y yo veo venir la noche
Te veo respirar sin aire
Te veo gesticular, asfixia
Te veo caer despacio, miedo
Nos vemos desde lejos
Nada une nuestras mutuas soledades
Afuera, furia, gritos, sed de sangre.
Adentro la certeza de que estamos en el ultimo momento
Después vendrá la noche de los tiempos,
Lo que no puede definirse con palabras

Ahora, nena, caerás al precipicio
Porque nadie va a atraparte en caída libre

Cada ficha fue al numero equivocado
Y Superman ha muerto.