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EL HOMBRE MOSCA SE ROBA UN MILAGRO

¿Volver adónde?
¿A un lugar? ¿A un momento? ¿A un estado de ánimo?
Volver puede ser la fantasía más refinada y bella. Pero no deja de ser una fantasía.
Cada minuto que pasa atraviesa un límite invisible que ya no se podrá cruzar en sentido contrario. Ahora ese minuto existe en el recuerdo, donde podemos visualizar su belleza, pero nada más que eso. No se puede tocar, abrazar, oler... No se puede cruzar el vidrio. Uno lo embiste, lo empuja, pega a él la nariz tratando de estar un poco más cerca. Uno se vuelve una mosca que busca atravesar un vidrio. La mosca que choca y choca tercamente sin lograr más que dañarse y sufrir una ansiedad sin fin por ese espejismo que parece estar tan cerca y sin embargo habita del otro lado de la vida.
Luego todo empeora, cuando el tiempo empieza a incidir sobre ese recuerdo, cambiándolo, quitándole algunos matices, algunos colores, modificando sus formas. Como cuando la luz borra de a poco a los personajes de una foto, el tiempo hace lo mismo con esos recuerdos, para que al final todo el ayer se vaya disolviendo.
A veces, sin embargo, de tanto hurgar, de tanto pegar cabezazos al vidrio, el hombre-mosca-uno-mismo da con lo inesperado: un agujerito en el cristal. Una pequeña grieta. Un permiso otorgado de mala gana por la tiranía del olvido.
A veces es un perfume que trae el viento del verano. A veces es un conjunto de palabras que ayer integraron un código secreto y por algún motivo inexplicable todavía no han perdido su efectividad. A veces es una foto. A veces la grieta en el cristal se presenta en un sueño.
Sin importar cómo sea, lo cierto es que entonces, por uno de esos errores en los protocolos de Dios, un fragmento destinado a archivarse vuelve a ser desclasificado. Y salimos corriendo con nuestro botín. Nos traemos de contrabando una cuota de felicidad que quisiéramos poder guardar para siempre.
Claro que no es posible, y ahí nos quedamos, chocando de nuevo el vidrio, mirando la foto que se va disolviendo. Esperando el próximo milagro.

03-06-20 Oración


Señor: Seguro que por ahí las cosas están bastante agitadas por estos días. 

Si nunca están tranquilas, no quiero imaginar ahora. 
Pero si justamente ahora inclinaras tu oído un poco, solamente un poco, y entresacaras palabras de palabras y lágrimas de lágrimas, si revolvieras este gigante revoltijo de intenciones, esta colosal montaña de deseos y sueños y lamentos, habría algunas palabras que encontrarías repitiéndose una y otra vez.
Una oración de pocas palabras que resuena en el silencio de pasillos húmedos y despintados, en el hermetismo de los abrazos más cerrados, en la oscuridad de las noches más largas. 
No podés dejar de escuchar esta oración que se reitera y reitera y reitera. Sale por puertas y ventanas de edificios, casas, ranchos, claustros, salas, patios, templos, cuevas, mentes. 
Esta oración pide algo simple e imposible al mismo tiempo. Desafía al poder con la osadía de quien siente que tiene poco para perder. 
Si escucharas el conjunto de todas las voces que te nombran en todos los idiomas, en todos los tonos, en todas las regiones, seguro que podrías recomponer desde esa confusión una melodía perfecta, un compás inalterable, una coincidencia de intenciones que no podrían conseguirse si no existiera una partitura universal que está dictando paso a paso los mismos acordes a la orquesta que ora: 
Señor...
Vos sabés de qué te hablo. 
Vos sabés qué silencios gritan esta oración desde lo profundo de nuestras entrañas de hombres y mujeres del ayer, del hoy, del mañana. 
Vos sabés que nunca estamos más cerca de vos que ahora, cuando lloramos abrazados a tu presencia invisible.
Vos sabés más que nadie lo que pasa en este instante.
Si lo hacés, vas a escuchar esta oración. Hasta yo he podido escucharla en muchas ocasiones con estas orejas pobres que no pueden oír el estruendo que hace una flor al abrirse o una pluma al chocar contra la tierra o una mariposa al agitar el aire con sus alas de color puro. 
Seguro que vos también escuchás esta oración en la que todos coincidimos... 
Si es así, no guardes silencio.

Vení.
Vení desde el fondo de la luz y de la vida. Vení desde el punto en el que se hacen realidad los sueños. Vení desde la tierra en la que el dolor se disuelve al sol como los rastros de una feroz helada de julio. 
Vení "desde un rincón del bosque o desde la selva de la memoria", como decía Jacques.
Vení y simplemente soplanos la frente con tu paz, porque las otras maravillas se acomodan a ese soplo. 


Me volé de la foto


Uh! Me volé de la foto.
Justo ahí, donde querías que estuviera, ya no estoy.
Te decepciono a cada paso. No soy ese que esperabas.
Esta serie de aventuras se termina. No hay finales de epopeya ni hay misterios.
Todo eso es más o menos previsible. Y accesible.
No me digas que mañana va a cambiar.
Me borré de la página. Te regalo los renglones solitarios y la llaga casi imperceptible en el papel.
Ese lugar común del tipo silencioso que se va. Ese inmaculado aburrimiento del amor cuando no fue.

Después me comí el planetario, de modo que ahora tengo todo el pecho lleno de estrellas que se agitan.
Todo redundante de finales indeseados.
Pegué un salto similar a los de Hulk, destrocé el techo, reculé ante el huracán para encarar después más fuerte.
Me volé de la foto. Salté al cielo. Me empaché de sol y nubes, de las lluvias que se quedan sin caer en la estación de la sequía.
Decidirlo fue muy fácil porque no había otra opción: Yo también me quedé ahí donde jamás ibas a venir.

Un poco porque es lindo ver el mundo desde acá; Pero ante todo, porque ya no sé el camino de regreso.


27-06-14 Curar

Curar. Sanar el tiempo. 
Recomponer la melodía,
Entresacándola del ruido.
Reanudar la trama.
Retomar como se pueda el hilo del relato.
Reabastecerse de sonrisas y seguir.
La carretera interminable desde el miedo
Hacia la luz y la esperanza.
Descorrer cortinas viejas y raídas.
Componer otros poemas que te nombren
Sin nombrarte.
Saltar todas las paredes.
Quemar todos los barcos y los puentes.
Tapiar todas las puertas de emergencia
Para no volver atrás.
Para no escapar de las palabras 
Y decirlas de una vez.

Curarte, que es lo mismo que olvidarte. 
Con las manos y los labios.
Con las venas y los huesos.
Con la piel y los cartílagos.
Con el sudor y la saliva.
Con las múltiples maneras de llamar
A eso que flota acá, en mi adentro.

Construir, deconstruir, nacer de nuevo
Y volver cada vez más sabio.
Más intenso.

Curar. Sanar de nuevo.

Y después será el momento de empezar
A comprar nuevas ilusiones a otra boca,
Ver crecer las margaritas desde abajo,
O ser feliz con cada célula del cuerpo…

Monstruito

El amor es un monstruito bueno que ignora su propio nombre. 
Una deliciosa falla en la Matrix. 
Un chiste que sólo hace reir a unos pocos. 
Una ilusión tímida, que casi nunca sobrevive al paso del tiempo. 
Pero cuando lo logra...
Eso es el amor: 
Agarrar una soga a punto de cortarse y tirarte con ella al precipicio esperando que por esta vez resista. 
Es una señal de auxilio que casi nunca es vista por la persona indicada. 
Un puzzle con millones de piezas. 
Pero, antes que nada, es un monstruito que no asusta a nadie. Tan chiquito y enfermo. Y tan confundido que casi nunca sabe cuál es su propio nombre.

Musas

Ellas son tan histéricas. Tan difíciles de entender. Tan impredecibles. 
Y tan imprescindibles.
Tienen el poder de dejarte pegado a sus espaldas cuando se van. Tienen el poder de arrastrarte atado por el hilo suave de su aroma.
Una o muchas; Dos, en mi caso.
Pero a veces más, ahora que lo pienso. 
Ellas son tan histéricas, tan locas, tan odiosas. Pero tan lindas.
Son tan malas, tan crueles, tan abandónicas.
Descuartizadoras de neuronas, chupasangres del ego, incendiarias de autoestimas.
Ellas saben exactamente dónde y cuándo tocarte. Conocen interruptores que habitan ocultos en vos hasta que ellas desempolvan los trastos viejos de tu memoria y te dan de comer placer o espanto o las dos cosas al mismo tiempo.
Ellas son las únicas que saben definir al amor, pero esa definición te la entregan de una manera borrosa, casi ilegible. Te dan ese papel ajado en el que ellas escribieron con la tinta de lágrimas viejas la más magnífica definición del amor; Pero te lo dan ahora, cuando ya casi no se entiende nada lo que dice.
Ellas son tan poderosamente ellas, que están en todas partes y se prueban muchas caras y muchos cuerpos y sin embargo no dejan de ser las que eran. Dos en mi caso, pero a veces muchas más.
Y son tan odiables, tan indignantes, tan descuidadas de uno, tan dolorosas, tan dementes.
Esclavas de la libertad y amantes del cautiverio. Hijas de una mente de la que son madres y nodrizas y maestras y acusadoras y condenadoras y verdugos y enterradoras y redentoras y madres otra vez...
Ellas, las más hermosas. Las más amadas. Las hijas de un dolor que muere en el placer y vuelve en belleza y en vida.
Ellas, las esperadas.
Ahora mismo yo las espero. Cuando lleguen con su huracán de color y furia convertida en letras y sonidos, estaré acá, esperándolas.
Tal vez vengan, o no. No importa. Tal vez estén entregándose a otro con las mismas ganas con las que solían amarme, y tampoco importa.
Sólo importa saber que van a venir. Tarde o temprano van a llegar, y acá estaré...
Musas. Así las llaman.
Tratar de describirlas es la peor de las incoherencias, porque sólo son ellas relatándose a sí mismas, y el que escribe esto hace rato que no participa en el relato…
Que acá, al final, ponga “Damián”, si quiere. Que firme como quiera...
Ahora todos saben que fuimos nosotras las que escribimos estas líneas.
Y todas las demás…

16-01-13 Muñecos


En el punto exacto en el que se unen los pedazos
del muñeco de plástico que soy
Vas rozando con tus uñas los desiertos
de mi espalda que reluce de calor
De dolor...

En la esquina de mis piernas y tu abdomen
vas resbalando y escapándote de vos
De mí también, pero qué importa...

Soy un simple indestructible corazón
que se ha quedado sin latidos en la tarde
recordando que esta tarde no soy yo
Ni vos tampoco

En el punto exacto donde se unen los pedazos
de este motor destartalado que soy yo
me hacés gemir el corazón a latigazos
y volvés, y disfrutás con mi dolor
Que es tu dolor

Con la sombra que destroza el sol de enero
tu desnuda palidez brilla y se expande
Espejismos sacudidos por un viento
que está cada vez más torpe e inconstante
Como vos
Y como yo

Como los copos de algodón, nieve de espanto
que te van cubriendo el rostro de a poquito
Cada vez que nos miramos
caen rayos que no alumbran ni destruyen
Esos viejos y vetustos artefactos que ya somos
vos y yo...

Si supieran los ingenuos monigotes que nos miran...

Invierno

Este invierno mental.
Estas manos cortadas.
Este viaje de escamas gastadas
por aguas de estiércol y sal.

Esta ausencia del sol
Este triunfo del viento
Este frío del barro
dejándose quieto en el suelo

Este invierno mental
Esta crisis de sueños
Este borde de todo
este caos de escarcha
Estas manos gastadas
Caricias que nunca serán...

24-05-11 Cada Estrella


Arritmia, evanescente encarnación
Del yo que sueña y el que plagia lo soñado
Como vos, que sos el eco de un suspiro
Redención de una sonrisa o una flor
Vaguedad del silabario y de la letra
Restauración y destrucción
Vista y oído, ojos cerrados
Ahora mismo hay una estrella que se apaga
En milenios la verá alguien sin verla
No sabrá qué coincidencias hay detrás
De esa muerte repetida en el espacio
Solo vos, estrella, y yo observador imprescindible.

Repertorio descarrilacorazones
Pedacitos de una historia no contada
Que hurga en todo este tormento que nos busca
Y siempre encuentra un buen lugar para encontrarnos
Para darnos por la nuca y desgarrarnos
Como copos de algodón
Como la niebla

Nos arrastran similares tempestades
Nos apagan similares somnolencias
Nos indigna la mentira en las verdades
Nos deshacen las victorias que no llegan
Porque nos mata el compromiso de las huellas
Y nos anhela cada estrella que se apaga.

05-05-11 Volverán




Volverán, alados, libres
Los que hoy lloran ausencia
Y volveré, presente en tu rubor
Por vos
Y llorarás, lenguaje de dolor
Significantes que gotean por tu cara
Piel que el beso hizo erizar
Con el alivio, con el quiebre de los yugos
Libertad

Golpearé puertas de hierro
Una por una, hasta encontrar
La puerta que detrás tenga tu voz
Ahí estarás, sonrisa, ojos oscuros
Desatino del momento de reír
De carcajadas, del abrazo de tu cuerpo

Una fuerza que respira a flor de piel
Que va a explotar
Y va a volar, llevando tras de sí
Nuestros destinos

Porque entonces cada beso será el mundo
Cada caricia será vida que renace
Cada cuerpo será al fin todos los cuerpos
Y volverán, alados, a tu voz,
Los versos del poema

10-03-09 Superman ha muerto



Lamento decírselo, pero es algo que se nota
El muerto hiede. Se da cuenta.
Afuera se dan besos de cristal partido
Afuera no hay quien salve al que se cae por la borda
Las chicas más bonitas están solas en la noche
Los aviones caen, nomás, nadie los salva.

Superman ha muerto.

Y yo veo venir la noche
Te veo respirar sin aire
Te veo gesticular, asfixia
Te veo caer despacio, miedo
Nos vemos desde lejos
Nada une nuestras mutuas soledades
Afuera, furia, gritos, sed de sangre.
Adentro la certeza de que estamos en el ultimo momento
Después vendrá la noche de los tiempos,
Lo que no puede definirse con palabras

Ahora, nena, caerás al precipicio
Porque nadie va a atraparte en caída libre

Cada ficha fue al numero equivocado
Y Superman ha muerto.


20-02-09 Itinerario


Y después será el momento de empezar
A ver crecer las margaritas
Desde abajo.
En las partes más ocultas de la tierra.
Por las venas vegetales.
En carrera subfluvial hacia la roca.
Con la ciega certidumbre de lo abstracto.
Con el ímpetu del río que se expande.
Desbordando hacia el destino del abismo.
Bifurcándome y sorbiendo sales vírgenes.
Bajando.
Y volviendo.
Regresando con mayor fuerza y empuje.
Detonando pulsaciones primitivas.
Reciclando estertores reprimidos.
Resurgiendo como el aire en mis pulmones.
Desde el sitio en el que todo es prescindible.
De la pampa solitaria de los muertos.
Desde el gris acero estable del silencio.
Hacia el día.
Hacia la luz.
Rebotando en el infierno y regresando.
Hacia el cielo.
Hacia vos.

04-02-09 Risa II


De génesis imprecisa, de aparición imprecisa. Improbable. Rayos de sol que la ventana tira adentro sin saber cuánto la vida debe a un poco de esa luz. De generación casi espontánea, saliendo de un rincón del universo y recreándose a si misma.
Vuelve como el agua que la tierra se ha tragado cuando nace y vive en las hojas de un árbol.
No hay modo de matarla. No hay modo de romperla. No hay manera de que el invierno la reclame. No hay un día en el que el gris oscuro de la noche no se quiebre con un golpe de tu risa.

21-01-09 Soneto



Tu mirada que respira por los ojos
y la luz que se me escapa de los dedos
como el día que lo va cambiando todo
cuando muere en el ocaso de tu pelo


A la luz de tu mirada quiero el cielo
quiero el sol en esa calma de tu ombligo
porque luego no habrá más que un caos completo
y la ausencia será más que el frío mismo


Si las horas desmintieran lo mentido y los causes de tu aliento no mintieran
yo sabría como darte más que un beso


Y vos sabrías darme más que un simple alivio
Nacería nuevo el sol entre las piedras
y su luz sobre la sombra de tu cuerpo.

20-01-09 Cuerdas



Sentarse uno a desgranarse de a poquito
Una tarde, una vereda, un sol que muere
Una chica que a esta hora es un recuerdo
Y los recuerdos que se queman, como el cielo
Como incendios que se extinguen en la noche

Y el cristal que quiebra el alma, quiebra el tiempo
La botella que contiene tus silencios
Ya se rompe
Sonreíme, dame labios, yo te doy horas de vida

Dejarse estar como una noche que no pasa
Inundarse del olor del campo, el aire
La pasada primavera
Con el tiempo bendiciendo cada paso

Sentarse uno a darle cuerdas a la vida
Y esperar que gire el mundo nuevamente
Una noche, tu cansancio, las mentiras
Sentarse uno a darle cuerdas a la muerte.

07-01-09 Una Hoja




Una hoja cae, rueda por el aire y deja una huella que sólo nosotros podemos ver. Vos, porque sabés mucho más de lo que los ojos revelan; Yo, porque estoy metido dentro tuyo y soy casi vos aunque sea sòlo por unos segundos. Aunque sea sólo por esta fracción de eternidad de mente en blanco y galaxias reventando de este lado de mis párpados caídos.


Dspués será el momento de esperar y ver crecer las margaritas desde abajo, como orígenes remotos de una plaga que ahora es todo y mucho más que tu sonrisa. Esta explosión de tu gemido dice nombres que no puedo pronunciar. Este big bang de tu aliento explotando desde el fondo de tu pecho está diciendo que algo grande se halla escrito entre las sombras.


Yo daría todo lo que tengo y lo que soy para estirar sólo un segundo este segundo que pasó.


Y ya te vas, y ya sos nada más que niebla, nada más que aire, o quizá el rastro de esa hoja que hace mucho, mucho tiempo bajó por el aire y dejó un camino de sueño que sólo nosotros podemos ver.

05-01-09 Entrega


La sangre.
La voz.
El sueño.
Las ganas de reír.
Las ganas de decir que nada es para siempre.
Entregar.
Dar lo que se tiene sin pedir nada a cambio.
Todo entregado en tus manos.
El riesgo es tan grande que sólo eso puede ser el amor.

29-12-08 Mirando






Mirando algo que está más allá
Una luz que está más allá
Una sensación que la ausencia está dejando ser
Una realidad que el vacío no logra borrar

Pensando dónde estarás, qué estarás haciendo
En qué barro podrido estarás revolcando tu belleza
Porqué microespacios se deslizará tu alma
Cada día más chiquita, más gastada

Dejándome caer de vez en cuando por la risa
Como si fuera un bar en el que se bebe la ilusión
Como si fueras vos, aunque no seas

Mirándome en el agua
Contemplándome en espejos desgastados
Y dejándome caer de vez en cuando por el gozo
Repitiéndome que luego, en unas horas
No habrá nada que perder.

Pero por sobre todo, convencido
De que hay algo mucho mejor,
Mucho más grande
Mucho más puro, mucho más vivo
Que este tiempo y esta tierra entre los párpados

Mirando, para no engañarnos más,
Una mujer que va a ser mía
Cuando todas las estrellas se replieguen
Y la luz, la claridad de un nuevo día,
Venga corriendo por el cielo hasta mis ojos.

11-12-08 Exclusividades


Algunas cosas son sólo mías.
Ayer una mariposa dibujó un camino amarillo evanescente sobre el pasto verde y creí sentir que lo hacía pensando en mí.
Viajando en tren entre García y Suipacha, ahí donde los kilómetros se suceden sin que aparezcan rastros de nada, la noche se llenó de luciérnagas, las primeras del verano. Vaya a saber uno porqué, el tren se detuvo unos minutos, y sentí que los vagones flotaban en el espacio, entre miles de estrellas inquietas.
Una vez te vi sonreír bajo la luna y nadie más te vio como yo esa noche, nadie más te verá así ni te absorberá con los ojos, ni te sentirá en los dedos como yo esa noche.
Una tarde corrí con todas mis fuerzas sin tener un motivo, por una avenida interminable de eucaliptos, corrí hasta caerme de cansancio con el corazón sacudiéndome todo el pecho y me quedé hasta que llegó la noche mirando el cielo y oliendo el pasto y escuchando el canto lejano de los teros. Nadie más estuvo ahí antes ni después.
La última vez que estuve en el mar llegó hasta mí flotando una vaquita de plástico. Esta navidad la agregaré al pesebre y sé que nadie más encontró una vaquita de plástico flotando en el mar.
Una vez un chico me miró desde la ventanilla de un auto y sonrió. Nunca más lo veré. Nunca lo había visto antes. Pero esa sonrisa es mía.
Una noche de tormenta salí a caminar por el campo y los rayos hacían aparecer y desaparecer el mundo todo el tiempo.
Una vez, de rodillas, sentí que alguien mucho más grande que yo me abrazaba. Nadie me abrazó jamás así, y sé que nadie sintió algo exactamente así jamás.
Estoy lleno de cosas que nadie tiene. Soy rico en recuerdos que nadie puede quitarme. Cuando todo en mi se reduzca a desechos de la carne, aun habrá un minuto, un segundo de amor que no se habrá desvanecido del todo.

09-12-08 Ambos somos asesinos


Otra vez a soñar que volves
No en el espacio
Que acá o en Yugoslavia es lo mismo
Sí en el tiempo. Que volvieras a quererme
O a mentirme con tanta habilidad.
Me secaste las ideas, queda claro
No me salen más que mocos y pavadas
Pero quien podría decirme cuál es cuál.
Los que fuimos están muertos
Tantas veces los tiramos al abismo
Tantos tiros en la frente les pegamos
Que los dos están bien muertos
Y murieron abrazados
Besándose y fundiéndose
En el fondo de una noche de Diciembre.