La sangre.
La voz.
El sueño.
Las ganas de reír.
Las ganas de decir que nada es para siempre.
Entregar.
Dar lo que se tiene sin pedir nada a cambio.
Todo entregado en tus manos.
El riesgo es tan grande que sólo eso puede ser el amor.
La voz.
El sueño.
Las ganas de reír.
Las ganas de decir que nada es para siempre.
Entregar.
Dar lo que se tiene sin pedir nada a cambio.
Todo entregado en tus manos.
El riesgo es tan grande que sólo eso puede ser el amor.
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