Esbozada esa sonrisa, se quedó saboreando el aire del océano hasta que el mar entró por la ventana.
Después su cuerpo era parte del agua.
Las olas salieron empujándose y riendo al bajar la marea. Ella ya no estaba.
Después su cuerpo era parte del agua.
Las olas salieron empujándose y riendo al bajar la marea. Ella ya no estaba.