Somos como dedos que
tocan estrellas
Somos luces locas que
escriben poemas
Palabras esperando
rimarse de manos
Somos tan pequeños,
chiquitos y humanos
Somos como hermanos
del aire que quema
Manos que desprenden
caricias y espasmos
Somos los regalos que
nunca se entregan
Damos lo que damos,
regalos gastados
Somos los regalos que
nunca nos dejan
Dedos que acarician,
destinos crispados
Puntos de insistencia
y dolor de las manos
Somos los pulgares
alzados al aire
Cuerdas que se
estiran sin nunca cortarse
Cuentas que se suman
sin nunca acabarse
Torpes monigotes del
brillo inconstante
Siempre a pocos
metros del vuelo hacia el mal
Somos dos palabras
que nunca se dicen
Somos el silencio y
el grito brutal
Somos esas letras que
ya nadie escribe
Somos el momento que
no ha terminado
Somos un orgasmo voraz,
sideral
Somos hasta acá. Más
allá lo ignorado…
Somos inmortales tan
sólo al besar…